Ya no vuelan las oscuras golondrinas,
ahora van en picado porque se quieren morir.
Aunque grite: "que le jodan a mi vida",
esta vida solo me jode a mi.
Me sigo odiando y añorando cuando era pequeño,
esos tiempos mejores con los que aún sueño,
ahora son tres seis cinco días de insufrible daño,
aguantando tres seis cinco días por cada puto año.
¿Quién recuerda las hojas que cayeron el pasado otoño?
Nadie.
Un abrazo cada cierto tiempo ayuda.
Demasiados amigos de desconfianza.
La puta vida no es un puto juego.
El 17-M la misma mierda de cada día,
la misma mierda estando ebrio o sobrio,
todavía no le he encontrado el sentido a la vida,
pero he encontrado un placentero odio.
Si solo con dosis de haselina aguanto,
me identifico y decido alargar mi vida,
aunque sea una broma de mal gusto, un espanto,
y sigo entre abismos sin encontrar salida.
Inmóvil al borde del camino otra vez,
sigo sin encontrar motivos para ser feliz,
fuera del agua y entre tiburones soy un pez,
si creyese en la mentira comería perdiz.
(Estos textos solo tienen una relación entre ellos, que los daba por perdidos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario